Padres y docentes nos preguntan cómo acompañar a los jóvenes en su proceso lector, acá les compartimos algunas ideas, conclusiones de nuestra experiencia en cuatro bibliotecas en Medellín:
- Escucha activa, para obtener datos específicos sobre sus gustos o preferencias, lo mejor es comprender la información que los mismos jóvenes nos brindan para no suponer y globalizar sus particularidades simplemente por sus edades.
- Acompañarlos durante sus procesos lectores, preguntarles, leer con ellos haciendo uso de la técnica en voz alta. Contarles anécdotas, historias o datos referentes al tema les amplíe su visión y dimensión del libro u obra.
- Buscar espacios distintos a los habituales como el hogar o el colegio, animarlos a pertenecer o unirse a círculos de personas de sus edades donde realizan lecturas grupales como los clubes literarios que existen en la ciudad, o programas de promoción de lectura.
- Hacer altos durante la lectura, compartir alguna frase detonante, buscar palabras desconocidas del libro, contextualizar la lectura con su año de creación e información del escritor, preguntar todo el tiempo sobre su experiencia lectora (preguntas detonantes o inteligentes).
- Empatía hacia el otro, esto promueve que el joven se sienta más a gusto y cercano, podrán leer juntos, conversar y referenciar otras lecturas.
- Ser muy constantes con la lectura, para que se convierta en un hábito es necesario leer todos los días una página como mínimo, llevar el libro a todos los espacios, al parque, a una cita, a un paseo familiar y aprovechar otros entornos para desconectarse y estar consigo mismo.
- Lecturas por su momento de búsqueda o edad, si no se está habituado es bueno comenzar por libros menos densos y estar muy referenciados por los gustos en particular de cada joven con el fin de no coartar sus lecturas. A su edad los jóvenes se sienten muy identificados con temáticas como misterio, suspenso, terror, seres fantásticos, obras futuristas, sagas y trilogías juveniles.
- Despojarse y abandonar durante el tiempo de lectura posibles distractores, como el celular y la tablet, también pueden utilizarlos como herramientas de lecturas digitales.
- Leer a su propio ritmo, jamás imponerles las metas, ellos van siendo conscientes del tiempo que le dedican a la lectura y de la importancia de la misma.
- El buen ejemplo, si desde casa los jóvenes ven los hábitos en sus padres o familiares cercanos tienden a repetir estas acciones.
- Por último, regalar libros, en fechas importantes o en cualquier momento que desee obsequiar algo regale conocimiento.