Alex Bermúdez es un chico de 16 años, cabello castaño y crespo, piel blanca y con una estatura de 1.75, siempre mantiene en su cuello unos audífonos verdes con gris y la mayoría de veces se viste de colores oscuros, cursa el grado 11° en la Institución Educativa Pedro Nel Gómez, ubicada en la comuna 5 de Medellín, Antioquia. Vive; con su madre, hermana y tío, se encuentra en un programa de talentos en el área de música tocando piano, allí conoció a una chica llamada Lina Cano que pertenece al área de tecnología, con cabello rubio ondulado, ojos castaños claros, usa gafas un poco grandes y de color morado oscuro, sus padres siempre han sido muy estrictos en cuanto a las relaciones afectivas de su hija, y se le complica hacer algo juntos por los límites que le ponen, el cual también afectan a Alex. El día que se hicieron novios fue su primer escape, Alex quería invitar a Lina a comer algo pero los padres de Lina no le dieron permiso así que decidieron escaparse, fue después de salir del programa de talentos. Fue en toda la avenida oriental, pasaron por una calle algo vieja llevaba mucho al parecer sin ser muy visitada por una brocha o algo de pintura, al lado había un colegio grande que tenía apariencia de también llevar mucho tiempo en ese espacio, sus paredes eran de ladrillos,muchos ya corroídos por el tiempo y la exposición al sol y demás, en muchos de ellos habían mensajes de amor, de indignación y otros que ya se hacían ilegibles, lo adornaban unas ventanas de madera viejas con algunas de sus partes dañadas y deterioradas, en la esquina había un semáforo malo lo cual no dejaba que el transito fuera normal, al lado en un poste, anuncios y un letrero en lata que decía “Aquí no se tiran residuos”, extraño para un lugar donde parece que el tiempo se detuvo.
Más adelante las fachadas de las casas seguían mostrando que en este sector de la ciudad la gente no se preocupaba en decorar ni ponerle una manito de pintura a sus casas. Cerca entre el bullicio y la multitud habían varios almacenes, uno de ellos llamó mi atención, era una tienda Otaku, donde se podía deleitar la vista con un montón de artefactos tecnológicos, tiendas artísticas y cafeterías, la calle está llena de carros, buses y gente de un lado para otro. Deciden entrar a una cafetería a comer algo, todas las paredes estaban pintadas de amarillo intenso con una raya en el medio roja, había mucha gente y solo había una silla disponible, Lina se sentó dejando a Alex parado haciendo el pedido.
Era las 11:40 y a Lina la recogen a las 12:00 m en el programa de talentos, salen apresurados recorriendo las mismas 3 cuadras que habían caminado para llegar a esa cafetería, el mismo semáforo malo, el mismo colegio y las mismas casas durante el trayecto de vuelta. 12:03 pm el papá de Lina llega puntual a recoger a su hija.
El 31 de agosto del 2019 Lina y Alex tenían un evento en Mova, un lugar donde se forman los docentes de diferentes instituciones educativas, pero allí también hacen eventos y/o premiaciones para estudiantes. Un día antes habían planeado salir al acabar dicho evento, no les dijeron a los padres de Lina porque ya sabían que era lo que iban a contestar, por lo tanto el evento se acabó a las 10:00 am y Lina le había dicho a su tío quien era el responsable de recogerla, que todo se terminaría a las 12:00 m. De allí habían varios lugares cerca, el más opcional para conocerse y disfrutar era el Jardín Botánico, un lugar lleno de árboles, aire puro y grandes espacios, además era muy cerca y no tomarían mucho tiempo en llegar. Alex se acerca al celador preguntándole cómo era el acceso a este lugar. Pero justo este les responde que el Jardín se encuentra cerrado hasta el 6 de septiembre que iniciara la fiesta del libro y la cultura, un evento donde solo caben los libros, sus lectores y un sinfín de actividades que se hace por 10 días.
Como sus planes habían cambiado y la otra opción cercana era Bosque Plaza, decidieron ir a esté Centro Comercial que abrió sus puertas en diciembre de 2014 convirtiéndose en el primer Centro Comercial de la Zona Nororiental de Medellín. Un lugar realmente nuevo para los habitantes de este sector de la ciudad.
Comenzaron a “Lolear”, un término muy paisa que usa para ir a ver cosas, antojarse y no comprar nada. No por falta de tiempo sino por falta de plata.
En el primer piso habían dispuestos unos brinquitos suponiendo que es para que los niños se antojen y hagan entrar a sus padres hasta allí, habían no más de 5 niños con sus padres disfrutando de este espacio. Pasan de largo y suben las escaleras eléctricas, en el segundo piso está la zona de comida, el olor a esa hora es exquisito es una combinación que hace que quieras comprar algo ya, pero no se detuvieron en ningún sitio, continuaron observando las tiendas de electrodomésticos y entraron a curiosear los celulares y tablets en particular.
Tomaron las escaleras al 3 piso y se encontraron con que el cine también estaba cerrado. No había más opciones. Dos chicas en sus celulares sentadas en un mueble gris era la única panorámica. Tomaron el ascensor para bajar hasta el primer piso nuevamente. Un celador de aproximadamente 1.68 de estatura, robusto, calvo y piel trigueña, los saludó, bajaron con él hasta el primer piso y decidieron salir a comer algo.
Alex no quería comer nada, Lina en cambio ordeno un panzerotti de jamón y queso y un hit de mango. Observando el poco tiempo que les quedaba, cruzaron la calle, apreciaron el parque de los deseos y siguieron su recorrido de vuelta a Mova.
Se sentaron en una acera y Alex espero a que el tío de Lina llegará.
Alex tomó su bus habitual y pensó que algún día podría acompañarla hasta casa, y sus padres entenderían que podían tener una relación sana. Aunque por ahora Lina y Alex siguen escapando a cualquier parte de la ciudad.
Autora:
Sara Durango Morales
Usuaria Centro de Lectura Villa Guadalupe
Participante del taller de la Fundación Ratón de Biblioteca