
Editorial
Cataplum Libros
Reseña:
El escritor Triunfo Arciniegas nos narra con un lenguaje sencillo, directo y con mucho humor una historia para los primeros lectores. Esta es la historia de seis pollitos que encuentran un monstruo en el bosque y corren a contarle a Mamá Gallina, quien sale en su búsqueda.
Con ilustraciones de Mariana Ruiz Johnson, nos encontramos con una recreación del cuento clásico “El patito feo”. Tanto escritor como ilustradora nos llevan más allá de los límites del relato y muestran otras capas narrativas a las que la palabra no llega, lo que hace de esta obra un verdadero libro álbum.
Estrategia:
Elegir el momento y el lugar más adecuado para escuchar el audio-cuento.
¡Juguemos con las canciones que conocemos!:
Te proponemos cantar con tus hijos o estudiantes la popular canción “los pollitos dicen”.
En este caso particular te proponemos cambiarle el ritmo por ejemplo versión rock, música popular, opera.
¡Te imaginas como sonará!
Versión opera: Looooos poooolliiiii tossss diiiiceeeen Piiiiioooo, piiiiiooo, piiii oooo.
Graba un audio o video de la canción que inventaste y compártela en tus redes sociales. ¡Sera genial!
El escritor:
Triunfo Arciniegas, es licenciado de la Universidad de Pamplona, especialista en traducción de texto, de la misma Universidad, Magister en Literatura de la Universidad Javeriana de Bogotá. Este escritor colombiano se caracteriza por un lenguaje gracioso y poético, de gran sencillez, posee una narrativa que trasgrede estereotipos y fórmulas tradicionales sin dejar de lado la elementalidad del estilo, captar el interés de sus lectores, es sus propias palabras:
«Soy Triunfo Arciniegas, un imaginador, y me encantan los gatos y los unicornios, los libros y Pink Floyd, Marilyn Monroe, Woody Allen y Flaubert, la lluvia desde la ventana y las tardes de niebla, los barcos de papel y las cometas. Escribo y dibujo historias para niños. Nací en Málaga en el año del gallo, y vivo en una casita de dos pisos de las afueras de Pamplona. La encontrarán porque es amarilla con dos ventanas sin barrotes arriba y otra de hierro abajo, la más bonita de por ahí. La puerta es de madera pintada de marrón, para más señas. No lo olviden. Si escuchan el rumor de la máquina de escribir, que no debe confundirse con el vuelo de los colibríes que bajan a almorzar, aléjense en silencio porque paso a limpio mi próxima historia y, por favor, vuelvan otro día”.