Libros densos o retadores: Tips para que te motives a leerlos

¡Jóvenes ratones! Para comenzar a recomendarte algunas formas de leer otros libros que no te has atrevido a abrir u ojear, primero debes de identificar, ¿qué tipo de lector eres?, y ¿en qué etapa lectora te encuentras?

No pretendemos estigmatizar las tipologías lectoras, por el contrario puedes ser muy buen lector pero en algún momento te has encontrado con un libro muy complejo de leer por su tema, lenguaje o trama. Lo más indispensable es que este te genere satisfacción a la hora de la lectura, de lo contrario solo harás la lectura por imposición o simplemente lo dejarás a un lado y continuarás con ese género o escritor de preferencia.

Para darle la oportunidad a nuevas lecturas, te dejamos algunos tips que te puedan ayudar a leer libros densos o retadores. 

  1. Referénciate con personas que tengan una amplia experiencia lectora. Este mediador es el encargado de hacer esa primera descripción del libro antes de que lo leas, y de esto depende que el tema, la trama o los personajes te llamen la atención. Por eso te recomendamos acercarte a un amigo, docente o a la biblioteca más cercana, allí estará un personal dispuesto para recomendarte además de tener un amplio bagaje literario te permitirá explorar muchas más posibilidades y nuevas lecturas.
  2. Atrévete a otro tipo de lecturas. Los lectores tienen unos momentos y gustos definidos, evolucionar es una etapa que se hace de manera natural. Pues leer es una habilidad y cuando se perfecciona se hace de manera más sencilla y fácil.  Si estás en una zona de confort por ejemplo con las novelas románticas donde el hilo de la historia es más sencillo por su lenguaje, y es casi siempre la misma historia de amor, es bueno decidirse a leer otras historias como Orgullo y prejuicio, de Jane Austen de la misma línea romántica.
  3. Se han catalogado algunos libros como indispensables e infaltables en los círculos literarios. Hay que chequear estas listas e ir chuleando los que ya te has leído porque es muy probable que en muchas conversaciones, círculos de amigos, exámenes y hasta en la vida misma te referencien o hablen acerca de estos libros.  Este es un buen estímulo para ambicionar acercarse a otro tipo de textos.  
  4. Regálate pausas. Disfruta el libro de a poco, tómate el tiempo de ir a las referencias que el mismo libro te va citando para comprender mejor lo que el escritor quiere describir. Volver a leer la misma página las veces que sea necesario, hasta que la concentración se convierta en una destreza.
  5. Realiza apuntes. Esto sucede por ejemplo con el libro “100 años de soledad” de Gabriel García Márquez, se hace indispensable anotar como mínimo el árbol genealógico de la familia sino te quieres perder ningún detalle. Anotar siempre las cosas más importantes y los pormenores básicos. Si bien muchas veces no se vuelven a leer estas notas, la memoria juega un papel importante cuando haces este ejercicio. 
  6. Después de terminar la lectura, es bueno que tengas el espacio para hacerte preguntas y reflexionar. Conversar y apreciar la percepción de otras personas, es una buena forma de admirar el libro.

Autora:
Maritza Montoya Pérez
Promotora de Lectura

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