Hay una frase que dice: Juventud sin rebeldía es servidumbre precoz. Bien podríamos convertirla en amor sin rebeldía es un sentimiento sin corazón. Ahora bien, existen opiniones que promulgan que los jóvenes de hoy en día no saben amar, que son rebeldes y que en vez amar, desean. Pero ¿acaso hay un amor más vacío que aquel en dónde no hay lugar para el deseo? ¿acaso se puede amar sin la fuerza de la rebeldía? No es que los jóvenes del presente no sepan amar, sino que encontraron una forma de amor diferente a sus generaciones de antaño. Amar en estos tiempos significa vencer el miedo, luchar contra la soledad e imponerse al rechazo tajante de la sociedad que los señala. Para ello se necesita de la voluntad que emerge de la rebeldía. Ser rebelde no es destruir todo, es cuidar lo que nos queda; no es ausencia de sentido, es elevación de los sentimientos.
A la juventud de nuestro tiempo la habita un sinfín de emociones y afectos desbordados, pero muchos temen en demostrarlo; creen que eso los haría ser más vulnerables e indefensos. Cubren con un caparazón su parte más auténtica. Entonces, es allí donde se hace necesaria la rebeldía para vencer esos miedos y lograr dejar salir el amor que llevan dentro de sus corazones encaparazonados. Es el caso de tres historias que podemos encontrar en los libros titulados Eleanor y Park, de Rainbow Rowell; Bajo la misma estrella, de John Green; y, por último, Un amor en Auschwitz, de Francesca Paci. En estas historias el amor es la forma que encuentran sus personajes para sobreponerse a las dificultades que los afectan en sus vidas.
Así, por ejemplo, en la novelade Rainbow Rowell, la protagonista, Eleanor, constantemente sufre acoso, por su condición de obesidad, y de violencia doméstica por parte de su padrastro. Sin embargo, cuando Park, un chico de descendencia koreana, se fija en ella, Eleonor encuentra en él compañía y afecto, lo cual la llenan de valor para defenderse y librarse del acoso que padece dentro de su hogar y en la escuela.
Por su parte, en la novela Bajo la misma estrella, la fuerza del amor emerge como un móvil para combatir la enfermedad del cáncer que sus protagonistas padecen. Esta fuerza es tan potente que ambos, sin importar sus dolencias, vivencian y crean un amor inigualable y eterno que durará más allá de la muerte.
Por otro lado, en el caso de la novela Un amor en Auschwitz, el amor transgrede la diferencia de cultos e ideologías entre una joven judía y un prisionero polaco en medio del holocausto y la barbarie nazi. Aquí la rebeldía la podemos ver en la resistencia que genera el amor en medio de ambientes de adversidad donde constantemente se ve amenazada la vida.
La rebeldía sin amor y el amor sin la rebeldía nos deja expuestos y vulnerables ante las adversidades. Solo por medio del amor y la rebeldía podemos transformar nuestras desdichas en jardines llenos de flores donde permanece viva la idea de crear un mundo mejor. La juventud no ha perdido el deseo de amar, quizá lo han olvidado, pero de este mismo olvido resulta la soledad. Es por ello, que en el libro Cartas a un joven poeta su autor, Reiner María Rilke, dice que el amor más humano es aquel que “consiste en que dos soledades se defiendan mutuamente, se delimiten y se rindan homenaje”
Andrés Zapata
Promotor de Lectura
Ratón de Biblioteca