Este perfil fue realizado gracias al encuentro entre el Grupo del Taller de Periodismo Joven de Ratón de Biblioteca y los chicos de la Fundación El Arte de los Sueños.
En el El Arte de los Sueños se respira paz y tranquilidad, es un ambiente calmado, con personas amables e inteligentes, dispuestas a luchar por sus sueños, y quienes a pesar de vivir tan lejos no se han dejado amedrentar por nada para cumplir y hacer realidad sus metas.
En este lugar uno se encuentran animales como: caballos, pájaros y perros; Colas, Negra, Albina y Luna. El entorno es un ambiente natural, con muchos árboles y naturaleza. En este sitio además uno se encuentra con chicos de distintas edades que están inscritos en los distintos talleres que ofrece la Fundación Arte de los Sueños; percusión, canto, baile y acompañamiento psicológico.
Ana Sofía Sánchez, cabello castaño muy liso, piel trigueña, cejas un poco despeinadas y de una estatura promedio de 1.54 m, es una persona tímida y amable, le gusta hacer muchos amigos. Vive en El Retiro, aproximadamente, se demora 20 minutos en bus hasta la Fundación, la cual queda en medio de una carretera poco transcurrida por carros y motos.
Ana Sofía se encuentra en canto, su horario es de 2:00 p.m. hasta las 5:00 p.m., relata que cuando llegó por primera vez se encontraba perdida, no sabía qué hacer pero aun así en medio de su timidez logró hacer amigos, prefiere cantar a solas, pero cuando se le brinda la oportunidad de cantar con sus compañeros de clase lo hace tranquilamente, estudia ahí en ese mismo lugar, “normalmente los colegios los toman como una cárcel por su estructura y poco espacio, pero el mío no es así, es distinto al resto que conozco, en este podemos compartir con los perros y caballos que llegan, también de disfrutar de sus zonas verdes y gran espacio” dice.
Sus padres siempre la han apoyado en todo, les gusta que su hija pueda cumplir sus sueños y que poco a poco los vaya logrando, “La música es algo lindo, una inspiración, la música está para todo sentimiento” manifiesta Ana Sofía.
Al profesor de composición lo llaman Nomo, les gustan sus clases porque los deja expresarse como quieren, no hay límite para componer. El profesor Edwin que, por el contrario, es bastante exigente, da clases de vocalización, pero aun así también les gustan sus clases por el hecho de que es muy estricto y así aprenden más, después de terminar las composiciones las deja para la Fundación El Arte de Los Sueños, de Maluma, y allí las repasan y corrigen.
A Ana le gustaría ser profesora de canto, pero sus inseguridades la tienen en duda ya que cuando piensa que hace las cosas bien, las está haciendo mal o viceversa, comenta que cuando salga del colegio quiere estudiar alguna de las carreras relacionadas con la música, pero aún está indecisa con su vocación: psicología, enfermería o pediatría.
Con sus ánimos y esfuerzo hace todo lo posible por mejorar cada día más y cumplir sus grandes sueños.
Autora:
Sara Durango
Participante del Taller de Periodismo Joven